En
Tiempos de Historia, en el día de hoy, continuamos con la quinta entrada sobre
la soberanía española de algunos enclaves territoriales de los que se tiene
poco conocimiento por parte de la población, por falta de difusión por parte
del Estado y los medios de comunicación, por su complejidad jurídica o por la
emisión de información errónea (en una parte o en su totalidad). El territorio que analizaremos en esta entrada, número 5, ha sido objeto de un largo conflicto existente entre España y
Portugal durante siglos, cuya existencia es prácticamente desconocida por la
sociedad española.
España
ha poseído históricamente derechos de soberanía sobre las denominadas Islas
Salvajes, soberanía que fue puesta en cuestión de forma interesada por parte
del gobierno de Portugal en un momento muy delicado para España, como fue la
Guerra Civil en el pasado siglo XX.
Con
todo podemos afirmar, que aún en la actualidad, España preserva sus derechos
históricos a la soberanía de las citadas islas si bien debe lidiar con Portugal
ante las actuaciones internacionales que supo desarrollar muy inteligentemente
y la ocupación que realizó de las referidas islas. Con todo, España
oficialmente mantiene dicho contencioso por hacer valer su soberanía sobre el área de este pequeño
archipiélago y sus aguas circundantes, perteneciente al entorno
geográfico de las Islas Canarias, como se comentará posteriormente.
Vista desde Satélite de las Islas Salvajes
Es
un archipiélago ubicado entre las costas de Madeira y de las islas Canarias, compuesto
por un total de tres islas principales (Salvaje Grande, Salvaje Pequeña y
Salvajita) y 12 islotes menores.
Los
primeros en avistar y descubrir estas las islas, en el año 1402, fueron
expedicionarios castellanos que no dieron parte internacional del
descubrimiento, lo que sí hicieron los navegantes lusos que llegaron allí en el
año 1438. Durante los próximos cuatro siglos ambos países reconocieron como
suyo dicho archipiélago, manteniendo una constante pugna por dicho territorio. Ambos
países mandaron numerosas misiones para poblar las islas pero todas
fracasaron debido a lo inhóspito del enclave y la falta de agua potable.
Plano de situación geográfica de las citadas islas
Desde
el punto de vista español siempre se ha esgrimido como derecho superior al de
Portugal el descubrimiento de las citadas islas y, además, su pertenencia
geográfica al entorno de las Islas Canarias. Hay que recordar que hay 280
kilómetros (158 millas) hasta Madeira y tan sólo 165 kilómetros (82 millas) hasta
las Canarias.
Finalmente,
en 1938, una Comisión de Derecho Marítimo Internacional dictaminará la
pertenencia de las islas Salvajes a Portugal. España inmersa en plena Guerra Civil,
no pudo enviar ningún representante, ni tendrá la oportunidad de recurrir a tiempo
dicha resolución, es por ello que a pesar de dicha resolución, España no reconocerá
ningún derecho a Portugal. Únicamente, tendrá que hacer una concesión llegado
el año 1997, cuando, durante las negociaciones para definir el flanco sur de la
OTAN, debió reconocer como algo inevitable el dominio control terrestre del
archipiélago a Portugal. Si bien, España no reconoce ningún derecho a la
explotación de las aguas circundantes que se consideran de dominio español, a
partir de las 12 millas náuticas, por considerar a dichas islas como
inhabitadas.
Portugal,
sin embargo, sostiene que son islas habitadas al tener un número reducido de
vigilantes, si bien no tienen actividad económica en la actualidad. El Derecho Internacional indica que cualquier trozo de tierra da derecho a su Gobierno a gestionar las primeras 12 millas marítimas, que lo rodean. Si el territorio tiene población fija y actividad económica su Gobierno puede extender su zona marítima de explotación hasta las 200 millas.
El desacuerdo de España sobre la soberanía de dichas islas y, además, sobre el derecho a la explotación económica (fundamentalmente pesquera) de dichas aguas jurisdiccionales que aún no se ha solucionado, hace que nuestro país efectúe en algunas ocasiones ciertos movimientos para demostrar su justo desacuerdo. Así, por ejemplo, en el año 2005 cuatro barcos de pesca españoles fueron capturados al sur de dichas islas, en la zona económica exclusiva que reclama Portugal. En julio de ese año uno de los guardas portugueses y un biólogo se enfrentaron a pescadores españoles. En el año 2007, un avión español sobrevoló las islas a baja altitud, con nueva demostración de inconformidad contra el Gobierno de Portugal, puesto que se trata de una Reserva Natural donde está prohibido el vuelo a baja altitud.
Quizás la salida al conflicto, aceptando los hechos consumados por parte de Portugal, sea que en un futuro ambos países aceptasen la co-soberanía de dichas islas, administrándolas de forma conjunta España y Portugal.
Por lo pronto, el conflicto no se ha resuelto ni tiene visos de resolverse, constituyendo uno de los conflictos territoriales más largos que gestiones España con Portugal, desde hace siglos.
Véanse las entradas anteriores: