El Dr. de Montells
(retratado recientemente por D. Fernando Alcázar)
En la entrada del día de hoy en Tiempos de Historia transmitimos el artículo que tan amablemente nos ha enviado nuestro amigo el Dr. D. José María de Montells y Galán, en el convencimiento de que será de interés para nuestros lectores:
``De buena gana hubiera asistido, pero una medicación muy estricta que me deja baldado, me lo ha impedido. Lo siento de veras. Me unen al país vecino, fuertes lazos de amistad y afecto sincero, que siempre me hacen tenerlo cerca del corazón. Esta vez no he estado, pero como si lo hubiera hecho. No me faltan amigos que me cuentan el desarrollo de este acontecimiento.
Estandarte del Gran Priorato de Portugal
Así que, según me dicen, para conmemorar debidamente el 750 aniversario del establecimiento del Hospital de la Cruz Verde en Portugal, los pasados días 4 y 5 de octubre tuvo lugar en Guimaraes, cuna de la nacionalidad portuguesa, una investidura del Gran Priorato de Portugal de mi querida Orden de San Lázaro, a la que asistieron 12 delegaciones internacionales, el Gran Comendador, el Gran Canciller y el Gran Maestre, marqués de Almazán acompañados, entre otros, del Prior de España, marqués de Armunia, la Fiscal, doña Rosa Rodrigo y otros caballeros y damas que quisieron acompañar a nuestros hermanos portugueses en fecha tan señalada. El día 4, los miembros de la orden fueron recibidos por el concejal de Cultura del Ayuntamiento de la ciudad, para más tarde, visitar la sede de la Orden en el Marco de Canavezes y almorzar en la propiedad del Inquisidor del Gran Priorato lusitano, don Luis Lancaster, Vizconde de Garcez. Por la tarde, se realizó una visita guiada a la ciudad de Guimaraes.
El Ilmo. Marqués de Almazán, Gran Maestre de
la Orden, en un momento de la Ceremonia.
Al día siguiente, la investidura celebrada en la Pousada de Santa Marinha, entre cánticos gregorianos, estuvo marcada por la gran religiosidad y el profundo recogimiento de los postulantes que se comprometieron, mediante su juramento, a consagrar su vida a los objetivos de la Orden, significadamente al apoyo social de los más necesitados y al servicio de la verdad y los ideales caballerescos.
La cena de gala reunió a más de ciento cincuenta personas, que aplaudieron la concesión de la Medalla de Honor del Gran Priorato de Portugal al Gran Maestre, marqués de Almazán que cerró el acto, recordando en su discurso, la responsabilidad que se asume al integrarse en la corporación. Un baile de gala fue el colofón de una fiesta inolvidable.
Debo añadir de mi cosecha, que el Gran Priorato de Portugal goza de una excelente salud y que desarrolla una gran labor caritativa y humanitaria, fruto de la perseverancia y dedicación de su Consejo de Gobierno.´´